de diariomotor.com
En ocasiones las marcas quizás pierdan el tiempo en demostrar hechos que cualquier entendido ya conoce y que están más que probados. Pero aún así ellos prefieren convencer a todos de que llevan razón y para ello qué mejor que una llamativa y extraña prueba para demostrarlo.
Una de las últimas pruebas que han realizado los ingenieros de BMW pretende extrapolar la potencia que desarrolla un motor, con la potencia que es necesario que desarrollen los frenos para pararlo. Con ello han extraído una curiosa conclusión: los frenos del BMW Serie 3 desarrollan una potencia superior a la de dos Bugatti Veyron juntos.
Los cálculos se han simplificado al máximo y han hecho algo tan sencillo como calcular el tiempo que tarda en frenarse un BMW Serie 3 desde los 100 km/h y después analizar la potencia del motor que necesitaría para hacer el proceso inverso, es decir, el 0 a 100 km/h en ese tiempo.
Según sus cálculos, el BMW Serie 3 (con potencias entre 200 y 300 CV) consigue frenar desde 96 km/h (60 mph) en tan sólo 2.5 segundos. Mientras que la potencia que necesitaría (dado su peso) para hacer el 0 a 96 km/h en 2.5 segundos tendría que ser de 2500 CV, en resumen, la potencia de más de dos Bugatti Veyron juntos.
Y os preguntareis, ¿qué pretende demostrar BMW con todo esto?
Con la llamada a revisión de los Toyota y el problema de los aceleradores “rebeldes”, BMW no sólo pretende demostrar que técnicamente es imposible que uno de sus vehículos se acelere sólo y los frenos no sean capaces de pararlo, sino también que en prácticamente cualquier otro vehículo (incluidos los Toyota) es imposible que se de esta situación si no existe un error humano de por medio.
En resumen: algún desgraciado accidente debido a un fallo mecánico y un fallo humano, unido a un poquito de histeria social y a unos cuantos aprovechados que buscan hacer leña del árbol caído, son los ingredientes de un complot que está haciendo pero que mucho daño a Toyota, especialmente en Estados Unidos.
s2t2 -Vía: Jalopnik