Recordaréis mi artículo sobre los
NASA Crawler, los vehículos destinados al transporte de las lanzaderas espaciales y cohetes de la
NASA. Hans y Franz rondaban las 6.000 toneladas, pero ello no les convierte en el peso más pesado de la maquinaria industrial.
El mayor vehículo de la tierra es la Bagger 288, una gigantesca rotopala que se dedica a la minería a cielo abierto en Alemania. Su construcción se completó en la misma mina en el año 1978, con un coste que por entonces superaba los 100 millones de dólares.
Empezó su servicio en la mina de Hambach (Westfalia, Alemania) en el trabajo de extracción de carbón para el mayor proveedor energético del país,
RWE
Power AG. Sus dimensiones rivalizan con las de enormes barcos de carga o grandes edificios: mide
240 m de largo, 106 m de alto y 46 m de ancho. Su peso es de 12.804 toneladas y se desplaza gracias a 12 juegos de orugas pesadas, de 3.8 m de ancho cada una. Permiten a la Bagger 288 moverse sin destrozar la superficie del suelo o hundirse, transmiten poca presión.
La pala giratoria principal se encarga de recolectar los materiales que serán tratados para la extracción de carbón, tiene 18 grandes calderos – o en argot técnico, cangilones – y un diámetro de 21.6 metros. Gira a un máximo de 48 rpm y cada palada se lleva unas 6.6 toneladas de materiales.
En un día habitual extrae unas 240.000 toneladas de materiales, el equivalente a un campo de fútbol excavado unas 30 veces hacia abajo. Todos los materiales se trasladan en trenes de mercancías, aproximadamente 2.400 vagones.
Sin embargo, hay que puntualizar que la Bagger 288 no tiene una fuente de alimentación interna, sino que
se nutre de una línea de corriente alterna, a través de kilómetros de cables. Es un vehículo eléctrico, pero necesita estar constantemente enchufado a la corriente, consume en un día la misma electricidad que una ciudad de pequeño tamaño. La realidad es que la potencia que semejante máquina desarrolla es de
22.190 CV, de los cuales 4.504 CV salen de los cuatro motores eléctricos que accionan la cabeza excavadora.
Los materiales recogidos por esta pasan a través de las entrañas del chasis principal, por una enorme cinta transportadora, que llega hasta un tren de mercancías. Otros datos de interés de la máquina fabricada por ThyssenKrupp son
la aceleración de 0 a 100 km/h
su velocidad, que oscila entre un mínimo de 0.1 km/h y
un máximo de 0.6 km/h. En un minuto no puede desplazarse más de 10 metros, hay que tomarse las cosas con calma. Tampoco puede hacer frente a pendientes superiores a 1 en 18.
El radio de giro es importante, 100 metros, así que habrá que buscar un terreno bastante despejado si queremos darle la vuelta. Antes de seguir veamos un vídeo que resume muy bien todos los sistemas de funcionamiento de esta máquina.
Ventana externa
Impresionante, ¿verdad? Una de las anécdotas relacionadas con la Bagger 288 fue la
recogida accidental de un bulldozer pesado. Por culpa del operario del bulldozer o el de la rotopala, el vehículo pesado cayó en las fauces de la Bagger, a muchos metros de altura. A la vista de la imagen que os hemos dejado bajo estas líneas, casi parece como si un pequeño resto de comida se le hubiese quedado entre los dientes. Pero esta anécdota no es nada comparada con el
traslado de la máquina a otra mina en 2001.
El yacimiento de Hambach no necesitaba a la Bagger 288, así que acompañada de la Bagger 259 – más pequeña: 210 metros de largo, 70 de alto – emprendieron
un viaje de 22 km hasta el cercano yacimiento de Garzweiler. Se podría pensar que desmontarla y moverla por carretera hubiese sido más sencillo, pero era más económico y eficiente hacer a las máquinas atravesar la Autobahn
A61
y el río Erft, a pesar de que toda la maniobra llevó nada menos que
22 días y costó la friolera de 7.6 millones de euros.
Setenta operarios fueron necesarios para supervisar todo el traslado. Hubo que adaptar el trazado al paso de la máquina. El río Erft fue cubierto con tuberías de acero reforzado, a su vez cubiertas por gravilla y arena compactada para soportar el peso de las máquinas. Para cruzar la Autobahn – por la noche, causando las menores molestias – hubo que hacer algo similar, de lo contrario hubiese destrozado el asfalto. Hierba especial de crecimiento rápido se plantó para acomodar el paso de las cadenas.
También hubo de atravesar alguna carretera secundaria y vías de ferrocarril.
Todo el transporte fue seguido por multitud de curiosos, no todos los días pasa a tu lado una máquina de cientos de metros y miles de toneladas. Para terminar, os dejamos un
enlace a Google Maps para que podáis observar su actual lugar de trabajo y la gigantesca magnitud de la máquina.
Bagger 288, el vehículo más grande de la tierra
Vía:
Wikipedia,
100pies,
Una Breve Historia,
Hendrik Bagger
Imágenes: Hendrik Brixius
En Diariomotor:
NASA Crawler, el coche de las lanzaderas espaciales y cohetes