BMW aposentó en el ya abierto Salón de Barcelona dos de sus últimas incorporaciones, el nuevo Z4 y su paquete de medidas Performance para el Serie 3. Aunque el centro de atención se la llevó el renovado, muscular y llamativo coupé cabrio no es de menos importancia la transformación racing que sufre la berlina coupé.
Resulta difícil encontrar un punto de inconveniente en el nuevo Z4, con su renovación se ha vuelto más curvo pero no ha perdido el estilo que BMW había impreso desde el primer modelo. Dejando a un lado su potencial, desde 204 a 306 CV de potencia hacia las ruedas traseras, es difícil renegar de su elegante interior. Dos cómodas plazas abren las posibilidades de disfrutar del aire fresco sentados sobre un tapizado de cuero y la clásica distribución de controles de BMW. Ambos también se sentirán bien amparados por el corto pero útil paravientos situado entre los arcos antivuelco.
Lo cierto es que junto al BMW Z4 la sensación de tamaño es mayor que en las fotos y por supuesto sentado en el asiento del piloto todo es diferente. Es espacioso sin duda aunque la sensación decae con la capota puesta, sin que parezca demasiado poco. El tacto de los instrumentos es agradable aunque particularmente pienso que mejorable, sin embargo el de los asientos es muy agradable.
“Performance” es una buena palabra, se traduce por “rendimiento”, pero lo es más cuando se aprecia en este trabajo de BMW. Las medidas de este paquete mejoran la deportividad y la sensación de estar ante un verdadero coche de carreras sin alejarse de un BMW apto para conducir por calle.
El Serie 3 Performance es un buen ejemplo de lo que se puede hacer tocando aquí y allá. Por fuera recibe adornos con nuevos parachoques y toques en fibra de carbono junto a una elegante pegatina plateada lateral y unas llantas más atrevidas. La mejora en la suspensión no se deja ver pero sí la de los frenos, que además adoptan unas pinzas en color amarillo. Pero sin duda lo mejor llega en el interior.
Los buckets rematados en Alcantara abren un mundo de sensaciones en contacto con el volante, también conformados por este cómodo recubrimiento, los pedales metalizados o con los innumerables detalles en fibra de carbono. Probablemente si hay algo que agradecerá un avezado y agresivo conductor será el indicador digital incluido en la parte superior del volante, indicador de revoluciones y del mejor momento para cambiar de marcha.
También el Serie 1 se puede beneficiar de lo que conlleva el Performance, con ciertas variaciones pero bajo la misma esencia.
BMW Z4 y Serie 3 Performance en el Salón de Barcelona