BMW ha hecho una fuerte inversión en el nuevo Centro de Experimentación Energética y Medioambiental y lo ha hecho, claro, para ahorrar. Para ahorrar en los actuales y futuros desarrollos de sus automóviles, centrando los tests relacionados con las condiciones meteorológicas en un edificio. Sí, como lo leen, la marca bávara, emulando a la divinidad griega Zeus, se ha adueñado de nubes, rayos y lluvias y los ha encerrado en tres plantas de un edificio ubicado en Múnich. No es que antes no se realizaran este tipo de pruebas, es que ahora se han mejorado los ya conocidos túneles del viento y las menos mencionadas cámaras climatizadas.

La filosofía del nuevo centro se resume en las palabras de Jürgen Engelmann, jefe de Servicio del mismo: “llevamos todo el mundo con todas sus zonas climáticas a un edificio”. Y esto es muy interesante, porque en un recorrido de pruebas de los que se realizaban antes se podían encontrar unas determinadas condiciones, pero éstas no se podían reproducir de nuevo una vez subsanados los posibles defectos hallados en la primera comprobación. Ahora todo cambia: se programan las tormentas, se detectan los problemas y se vuelven a lanzar las mismas tormentas para saber si han funcionado de manera correcta los desarrollos incorporados.

Por si todos estos adelantos no fueran suficientes, las cámaras atmosféricas permiten que las pruebas se realicen con simulaciones de altitud diferente (desde el nivel del mar hasta 4.200 metros por encima de éste): no es lo mismo una tormenta de nieve en Navacerrada (Madrid) que en los Alpes suizos ¿no? Esta posibilidad reduce los desplazamientos de automóviles e ingenieros, como hemos comentado antes, lo que redunda en un menor gastos de desarrollo del vehículo y menos emisiones contaminantes en esta fase (BMW asegura que se reducen los viajes en avión que contaminan mucho).

A la vista de estos interesantes, a nosotros nos surge una pregunta inmediata, ¿van a desarrollarse los coches desde el ordenador a los bancos de pruebas y de ahí a producción directamente para que sean conducidos nada más salir de la cadena de producción? BMW es contundente. Por supuesto que no. Las fases dinámicas en condiciones ‘reales’ no se eliminan, hay aspectos como las sensaciones de conducción que hay que comprobar fue de estos entornos cerrados, porque, imaginamos, a sus ingenieros también les gustará conducir… ¿no?