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Excitación sexual y rugido de motores: ellas reaccionan más
Las mujeres se excitan más que los hombres con el rugido del motor de un coche deportivo. Esa es la conclusión de un estudio psicológico llevado a cabo por un psicólogo inglés llamado David Moxon, y cuyos resultados publica “The Telegraph”.
Moxon sometió a 40 voluntarios (hombres y mujeres) a las grabaciones del rugido que producen los motores de un Maserati, un Lamborghini y un Ferrari para comprobar las variaciones en sus niveles de testosterona mediante una muestra de saliva, un indicador fiable de los niveles de excitación sexual.
Según la mediciones obtenidas, el 100% de las mujeres estudiadas mostró un aumento signifiativo de testosterona mientras oían subir de vueltas un motor de Maserati.
A los hombres les resultaba algo más complicado “entrar en calor” (ya se sabe que el macho humano rsponde mejor a estímulos visuales), pero aún así el 60% vió elevados sus niveles de testosterona; eso sí, escuchando los rugidos de un Lamborghini.
Esto me recuerda a los experimentos que se realizaron hace años con imágenes pornográficas. Contradiciendo sus respuestas verbales, las mediciones en la dilatación pupilar demostraban que las féminas reaccionaban con mayor intensidad ante las imágenes y secuencias de posturas sexuales explíticas que los hombres.
Según parece, Ferrari no consiguió las mejores puntuaciones en ninguno de ambos sexos.
Como prueba control, los voluntarios fueron también expuestos al ruido del motor de un VW Polo, con resultados más que predecibles: los niveles de testosterona disminuyeron en picado. De hecho, cuando el “rugido” del utilitario de Wolfsburg fue escuchado en solitario, ninguno de los individuos examinados mostró variaciones en la hormona dignas de mención.
El estudio no deja de ser una curiosidad, con una muestra humana muy reducida y con muy pocas marcas de coches actuando como excitantes sexuales. Se echan en falta tenores como Porsche, Aston Martin, Corvette, y un largísimo ectétera.
Pero el dato queda ahí: las mujeres reaccionan más ante esta artificial “llamada de la naturaleza”. Aunque también se puede hacer una segunda lectura: todos los que reaccionamos con este instinto primario ante la voz de un superdeportivo, ¿no será que nos dejamos llevar por nuestro lado femenino?
Foto: Strutwear.com
